[Hace mucho tiempo...]
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Cuatro años. Tan sólo tenía cinco años cuando a Victoria le regalaron su primer piano. Era enorme, con una madera que se veía brillar desde lejos.
-Papá, ¿y esto para qué sirve?
-Es un piano. Sirve para hacer música. Mira, tócalo.
Victoria lo rozó suavemente. Parecía que tuviese miedo a que se rompiera o a que se desplomara allí mismo. Su padre rió. Victoria quedó asombrada cuando comprobó que de cada tecla que tenía aquél enorme trasto, salía una melodía que endulzaba el oído de cualquier persona.
-¿Ves? Con esto se hace música. Con este piano, conseguirás tranquilizar a niños, a parejas, a grupos de personas, a masas enteras Y algo más difícil que todo eso: conseguirás tranquilizarte a ti misma en un futuro.
-Pero si yo estoy muy tranquila papá.
-Eso es ahora, porque eres una niña. Pero cuando crezcas, comprobarás que todo se complica, mi vida. Y por desgracia no verás las cosas como las ves ahora.
-Pues entonces Yo no quiero crecer.
-Tendrás que hacerlo Victoria. Pero te voy a enseñar algo: Con este piano, si logras tocarlo a la perfección, conseguirás que tu mente siempre quede en tu niñez, pues recordarás este día, y todos esos días en los que aprendiste a tocar este instrumento. Sé que ahora no lo entiendes. Además, las explicaciones no son lo mío. Pero algún día
Y ese día llegó. Victoria se encontraba rodeada de gente, pero se sentía inmensamente sola. Gracias a aquél piano, había conseguido ser una persona popular en su especialidad y respetada por todos los amantes de la buena música. Hacía maravillosos conciertos y asistía a numerosas galas (algunas de ellas en su honor). En el mundo laboral, todo le iba genial.
Pero no es oro todo lo que reluce. Apenas tenía tiempo que dedicarles a sus hijos pequeños, ni a su marido ni a su familia. Se estaba perdiendo los pequeños y grandiosos detalles de la vida. ¿Cuánto tiempo hacía que no iba a la playa, o que no se tomaba un refresco en una terraza de algún lugar completamente desconocido? ¿Cuánto hacía que no jugaba con sus hijos a los castillos encantados o a los coches de bomberos?
Su padre tenía razón Cuando tocase aquél piano, le recordaría a su niñez Cada vez que tocaba ese piano, se acordaba de cuántas horas había perdido de juego, de cuántas horas se había quedado en casa sin salir por tener que practicar, de cuántas cosas había perdido. Ese piano, le había llevado a lo más alto. Pero se había dejado atrás lo más importante: Ese trasto de madera jamás podría darle el calor de unas manos que tocaban su piel o de un susurro antes de irse a dormir.
Su padre quiso que los recuerdos que le transmitiese ese piano en el futuro, fuesen distintos a los que estaban siendo realmente. Aquella noche, Victoria se dio cuenta de todo ello. Abandonó la sala llena de gente que no le proporcionaba lo más mínimo, para irse a otro lugar donde, tres personas le llenaban el corazón y el alma de felicidad.
Esa misma noche, decidió ser ella. Cogió el primer avión que pudo y se marchó a su casa con su familia. Fue recibida con los brazos abiertos.
Esa misma noche, Victoria eligió vivir.
10 comentarios
Marta -
besos
Corazón... -
Elegir hacer lo que realmente te hace feliz, claro que eso es vivir... Pero a veces cómo cuesta descubrir y aventurarnos hacer lo que nos gusta, sin pensar en el que diran. Aunque la gente que nos ama realmente, siempre nos recibira con los brazos abiertos :)
Voy a votar princesa MUCHA SUERTE :)
;o)
bita -
Besitos guapa y no te preocupes que te votare!! :)
Mi escaparate -
suerte en el concurso !!!
Clicco.
Besitosssssssssssss
MyeC -
Yo te aparco un beso... recogelo cuando puedas... byeZzzz!
Viento Nocturno -
Te dejo un beso.
scape95 -
Sory -
Besito guapa ! :*
Nimue y su kaos -
synn -
Jejeje. Bueno, ahora me pasaré a botarte prexioxa.